La memoria argentina del franquismo
Se cumplen 50 años de la muerte de Franco, pero no del fin del franquismo, que siguió vivo en las instituciones, en el poder judicial, en la existencia de varias fundaciones franquistas, en el poder económico pero sobre todo en el hecho de no haber recuperado la memoria histórica requerida por tantos familiares, por tantas víctimas y desde hace algunos años por el movimiento memorialístico en el Estado Español. Se trata de un movimiento que también se inspiró en todo el proceso de memoria histórica que se hizo en los gobiernos progresistas de la Argentina.
En el Parlamento Europeo, por caso, se reunieron los colectivos de memoria histórica democrática de todo el Estado español para denunciar que el franquismo postfranco sigue existiendo en la política española.
Estas organizaciones que van desde los bebés robados, que a través de Soledad Luque, -una de sus portavoces- siguen denunciando que hay más de 50.000 niños robados, hasta denuncias relacionadas con desapariciones, con fosas comunes, con el hecho de no haber conseguido juicios, como es el caso de Moncho Reboiras en Galicia o también los hechos de torturas o de Paterna en Valencia. Por eso en el Estado español hemos celebrado reuniones de los grupos de Memoria Histórica, muchos de los cuales están en la Querella Argentina contra el franquismo, que lleva adelante la jueza Maria Servini, la única que se atrevió en el mundo a abrir una causa por los delitos de lesa humanidad del franquismo.
