Moria Casán recordó el singular momento que vivió. ESPECTÁCULO El Intransigente
Moria Casán volvió a ocupar el centro de la conversación mediática a partir del emotivo recuerdo que hizo sobre su estadía en Paraguay, cuando debió permanecer detenida en medio de una causa judicial que tuvo amplia repercusión pública. C
Con su estilo inconfundible, la diva repasó cómo vivió esos días lejos de su familia y bajo la mirada constante de los medios, combinando reflexión personal, humor y fortaleza emocional.
En su relato, la artista evocó el acompañamiento que recibió desde Argentina durante el proceso: “Agradezco a todos los que se sumaron a la marcha pidiendo por mi libertad. No me hago la superada: tengo ganas de volver”. Incluso, en medio de la tensión del momento, se permitió deslizar una ironía fiel a su impronta: “Miren qué bijouterie tengo” –con referencia a las esposas que podían verse en sus muñecas–.
Uno de los momentos más sensibles del recuerdo tuvo que ver con su vínculo afectivo y el contacto a la distancia con su familia. “Helena (su nieta) me dice: ‘Te amo, te extraño… ¿Podrás venir para las Fiestas?’. Yo le contesto que no sé”, relató la diva, dejando en evidencia la carga emocional que atravesaba, aunque sin perder su temple.
Fiel a su forma de enfrentar la adversidad, Moria Casán explicó que decidió transitar la experiencia con una mirada particular: “Esto lo estoy viviendo como un reality. Soy muy desdramatizadora de las situaciones. Siempre estuve fuerte, nunca triste ni con temor a nada. Si me tengo que quedar un mes, sólo les pediré a mi nieta y a mi hija que me vengan a visitar: las extraño mucho”.

