
Economía pagará una tasa elevada a cambio de ayuda del exterior para mejorar el nivel de las reservas
La suscripción del Bonte 2030, el nuevo título emitido por la Secretaría de Finanzas a cinco años de plazo, fue celebrada con euforia por el gobierno, ya que las ofertas recibidas superaron el tope previsto. La colocación estaba reservada a inversores extranjeros y tenía la particularidad de que, si bien se trata de un bono en pesos, su adquisición se realiza en dólares estadounidenses.
Según el reporte oficial del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se recibieron 146 ofertas por un total de U$S 1694 millones. Como la emisión autorizada era de U$S 1000 millones, se realizó un prorrateo entre las más convenientes, lo que derivó en una tasa de corte de 29,50% anual.
Quirno detalló los puntos que el equipo económico consideró relevantes: “Acceso a inversores internacionales para refinanciar capital de deuda en moneda local; aumento de reservas sin aumento de deuda; extensión del plazo promedio de la deuda en pesos; y se amplía el universo de inversores interesados en nuestros bonos en pesos”.
Si se suma el Bonte con los otros títulos ofrecidos este miércoles (letras de corto y mediano plazo, bonos de capitalización y bonos ajustables por inflación a 17 meses), el Tesoro recaudó $ 8,5 billones. “Esto significa un rollover (refinanciamiento) de 126,28% sobre los vencimientos del día de la fecha y 100,12% incluyendo los pagos de cupones y amortizaciones realizados la semana pasada”, indicó Quirno.

Luis Caputo se sumó al coro de celebraciones. “Excelente noticia. Poder refinanciar vencimientos de capital es trascendental”, expresó el ministro de Economía, con la ilusión de que las divisas recibidas ayuden a levantar el nivel de reservas internacionales netas del Banco Central que dirige su socio Santiago Bausili.
Para el Palacio de Hacienda la operación era una jugada arriesgada, porque se buscaba comprobar si en el exterior había confianza para depositar dólares en la economía argentina con un bono a largo plazo. Como atractivo, se puso una cláusula para garantizar una salida al segundo año, mediante un “put” o rescate garantizado del Banco Central en caso de que los tenedores quieran salir antes de los cinco años estipulados.
Fuentes del mercado, sin embargo, dejaron entrever que el proceso fue el inverso: desde Economía habrían pedido ayuda a fondos de inversión del extranjero “amigos” y una vez asegurado el apoyo, habrían lanzado el bono en los términos solicitados por quienes aceptaron comprarlo.
Algunos analistas también opinaron que el interés aceptó pagar el gobierno, y que quedará fijo por los cinco años que faltan hasta la cancelación del bono, sigue siendo alto. El economista Amílcar Collante destacó ese dato en sus redes sociales: “La tasa del 29,5% choca con el discurso del colapso de la inflación a mediados de 2026. Hay acceso al mercado y es positivo. Pero sale más caro. Aún no es tan creíble el escenario de inflación ‘colapsando’”.