
Se deshilacha el anillo de aliados y se rompe el escudo protector del Gobierno en Diputados « Diario La Capital de Mar del Plata
Por Sebastián Hadida
La sesión del miércoles pasado en la Cámara de Diputados dejó al desnudo una dura realidad para el Gobierno: perdió aliados de la primera hora y ya no puede garantizar el escudo de protección que le permitía resistir los intentos anti veto de la oposición.
El año pasado pudo resistir los embates opositores con una mayoría (de “héroes”) superior al tercio para evitar que se derribaran los vetos a las leyes de financiamiento universitario y movilidad jubilatoria.
Pero en ese tercio abundaban los aliados que en aquel momento estaban cautivos. Muchos de ellos, decepcionados con un Gobierno que no demostró ser buen pagador (ya sea en términos de inclusión electoral o en recursos para las provincias), afirmaron su independencia y se replantearon sus lealtades.
La oposición no debería tener dificultades para convertir en ley la declaración de la emergencia en salud pediátrica y el proyecto de financiamiento universitario.
El Gobierno ya anticipó que vetará las dos iniciativas. Posteriormente, el oficialismo no la tendrá tan fácil para reunir el tercio providencial que le permita blindar los vetos.
En la última sesión, el quórum en el recinto ya había dado una fuerte señal de la sublevación masiva de gobernadores, que le soltaron la mano a la Casa Rosada: la mayoría de ellos, habituales aliados del oficialismo, dieron la instrucción a sus diputados nacionales de ocupar sus bancas.
Entre los 136 diputados que dieron inicio a la sesión estuvieron los que responden a los gobernadores de Córdoba, Catamarca, Santa Fe, Entre Ríos, Jujuy, Santiago del Estero, Neuquén, Salta, Misiones, Río Negro y Entre Ríos.
Solamente colaboraron con el oficialismo en el intento de bloquear el quórum los gobernadores de Tucumán, Chubut y Corrientes.
El batacazo lo dio la libertaria Marcela Pagano, quien mantiene una convivencia muy al límite con buena parte de sus pares de La Libertad Avanza (LLA), en especial con la flamígera Lilia Lemoine.
El duelo entre ambas mujeres trasciende el recinto y se extrapola a las redes sociales, donde la frecuencia de sus enfrentamientos pasó a ser casi diaria.
En el espacio libertario cobra fuerza la propuesta de expulsar a la ex periodista, quien asombrosamente logró -hasta ahora- mantenerse en el bloque pese a la cantidad de enemigos que piden su cabeza hace meses.
Quien sí pasó por la guillotina libertaria es Lourdes Arrieta (Transformación), expulsada por haber cuestionado los manejos de Martín Menem en el escándalo por la visita de diputados libertarios a genocidas en el penal de Ezeiza.
Arrieta, por supuesto, fue parte del quórum e hizo su aporte para emplazar a las comisiones que el martes que viene tratarán los proyectos de financiamiento universitario y emergencia del Hospital Garrahan.
El MID, otro bloque que estuvo integrado a LLA y que incluso tuvo a Oscar Zago como presidente de la bancada hasta su apartamiento, confirmó que ya no lo une ningún vínculo de incondicionalidad hacia el oficialismo, ni puede ser contado como un aliado automático.
Tanto Zago como Eduardo Falcone, que no habían sido parte del quórum, votaron a favor de los emplazamientos, y solamente ayudó al Gobierno la diputada Claudia Ibañez.
En el bloque de la UCR hay tres diputados que ya no siguen las decisiones orgánicas de la bancada filo-oficialista presidida por Rodrigo de Loredo y que tienen juego propio: Julio Cobos, Natalia Sarapura y Fabio Quetglas.
Los tres dieron quórum y después votaron a favor de los emplazamientos. Están más cerca de las posiciones de Democracia para Siempre que de las del bloque al cual todavía pertenecen.
Pero tampoco el Gobierno puede descansar plenamente su confianza en la UCR, como quedó demostrado el miércoles: si bien el radicalismo violáceo conducido por De Loredo fue parte del boicot fallido al quórum de la sesión, después de cumplir con ese compromiso se declaró en libertad de acción.
El grueso de ellos, sorpresivamente, respaldó los emplazamientos, aunque hubo algunos ausentes en la sesión que prefirieron no jugársela ni a favor ni en contra (Karina Banfi, Gerardo Cipolini y Martín Tetaz).
Más llamativa aún fue la traición de algunos “radicales con peluca” de Liga del Interior: ellos habían sido el año pasado el motivo central de la ruptura del bloque original de la UCR cuando decidieron votar en contra de la ley de financiamiento universitario.
Un grupo nutrido (que después conformó Democracia para Siempre) exigió la expulsión inmediata de esos legisladores, pero De Loredo y otros diputados decidieron bancarlos para congraciarse con el oficialismo, lo que detonó la ruptura del bloque.
La exclusión de los “radicales con peluca” de los armados provinciales de LLA parece ser el detonante para que algunos de estos cinco diputados -otrora “héroes”- recuperaran su autonomía y empezaran a marcar diferencias.
Si bien no dieron quórum, Martín Arjol, Mariano Campero y Francisco Monti votaron luego a favor del emplazamiento por el hospital Garrahan, y sólo Pablo Cervi se opuso, mientras que Luis Picat y José Tournier estuvieron ausentes.
En el caso del proyecto de financiamiento universitario, Arjol y Campero respaldaron el emplazamiento, y los restantes cuatro figuraron ausentes.
Hasta en el PRO hubo desprendimientos. El emplazamiento por la emergencia pediátrica fue votada por el larretista Héctor Baldassi y por la macrista Sofía Brambilla, mientras que para la iniciativa de presupuesto universitario también se sumó Álvaro González, muy cercano al ex jefe de Gobierno porteño.
Pero además hubo muchas y muy sugestivas ausencias en el elenco amarillo, entre ellas la de Cristian Ritondo, que no se quedó a votar el emplazamiento del Garrahan, o la de Silvia Lospennato.
En el staff filo-oficialista que LLA contaba casi como propio se encuentra Innovación Federal, que responde a una serie de oficialismos provinciales, pero las votaciones del miércoles pasado dejaron en claro que este bloque dejó de ser parte del anillo de aliados sólidos.
Por ejemplo, a favor del emplazamiento por la ley de financiamiento universitario se anotaron los misioneros Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Carlos Vanczik; además de la salteña Yolanda Vega y el rionegrino Agustín Domingo. Y para emplazar las comisiones que deben tratar el proyecto de emergencia del Garrahan también se sumó el salteño Pablo Outes.
Pero el dato político a subrayar es que no hubo ningún voto negativo de Innovación Federal a los emplazamientos, lo que marca un punto de inflexión respecto de tiempos anteriores.
Las dos sanjuaninas de Producción y Trabajo (María de los Ángeles Moreno y Nancy Picón Martínez), que siempre se alineaban al Gobierno, esta vez patearon el tablero y votaron con la oposición.
Otro que le dio la espalda al oficialismo fue el neuquino Osvaldo Llancafilo (MPN), un habitual aliado, y lo mismo puede decirse del santacruceño José Luis Garrido (PSC), que votó a favor de los dos emplazamientos.
En Encuentro Federal estuvieron todos menos Jorge “Loma” Avila, un legislador cercano al gobernador del Chubut, Ignacio Torres, pero sí lo hicieron los diputados que responden a los mandatarios de Córdoba Martín Llaryora, y de Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
El bloque Democracia para Siempre, que había pedido la sesión, tuvo presencia completa con la salvedad del correntino Manuel Aguirre.
NA.