Fue grande la incertidumbre que generó anoche en el estadio Francisco Urbano la increíble expulsión de Juan Manuel Cabrera cuando el partido ya estaba liquidado y Deportivo Morón goleaba 3 a 0 a Mitre de Santiago del Estero.
Aunque lejos de algo improvisado o torpe se trató de una decisión estratégica, tomada con aval del cuerpo técnico y estrictamente reglamentaria, por fea que resulte o reñida con el espíritu del deporte.
Para explicarlo en detalle: el lateral derecho del conjunto de Walter Otta recibió en el primer tiempo su décima tarjeta amarilla. Con esa amonestación debía purgar dos fechas de suspensión, que es lo que indica el reglamento para la acumulación.
Sin embargo, esas tarjetas se borran para el Reducido, que es considerado como un torneo nuevo. Algo así como en los Mundiales, en donde las amarillas de la fase de grupos no cuentan para los partidos eliminatorios de octavos en adelante.
Entonces a Cabrera le convenía mucho más irse expulsado por doble amonestación, porque el reglamento indica que es automáticamente un partido afuera, que quedarse con las 10 amarillas encima, porque así se iba a perder el último encuentro de la fase regular ante Chaco For Ever y el primero del Reducido por el segundo ascenso o la gran final en caso del que el ‘Gallo’ se clasifique.
Una decisión estratégica y reglamentaria
¿Qué hizo entonces? Se hizo echar por demorar en reanudar el juego. No fue una decisión personal, sino que estuvo conversada con el cuerpo técnico y sus compañeros. De hecho, antes de ese saque de meta Cortave se le acercó a Julio Salvá y le indicó lo que tenía que hacer.
¿Fue trampa? No, porque es una contradicción reglamentaria o un vacío legal aprovechado por un futbolista y por un equipo en beneficio propio, sin perjudicar a nadie. Por eso la curiosidad de la jugada fue la intempestiva reacción del árbitro, que corrió a mostrarle la segunda amarilla: entró en el juego que le propuso Cabrera.
Como sea, a Morón la noche le dejó una sonrisa redonda: además de la goleada, se clasificó al Reducido y a la Copa Argentina, definirá de local el primer mano a mano con eliminación directa y no se bajó de la lucha por llegar a la gran final, a la espera de lo que suceda con Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Río IV, que juegan hoy.
