Las lágrimas de Walter Otta tras la derrota en Madryn
“Muchas gracias Walter Otta, muchas gracias de verdad. Lo que hiciste por el Gallo no se olvida nunca más”. Así recibieron alrededor de 500 personas al plantel del Deportivo Morón al regreso del robo en Madryn. Ese fue el hit de la noche para acompañar a su líder, al creador del sueño y al hombre que pese a estar abatido no escatimó a cuanta foto y abrazo le pidieron.
“No tengo más ganas de dirigir. No tengo más fuerzas”, le dijo el entrenador al cronista de Primer Plano Online al que se acercó a saludar personalmente. Esas palabras luego se las repitió a Luis ‘Cacha’ Gambino, caracterizado hincha del club, que también lo consoló entre sus brazos. Fue un momento gélido de la noche, cuando ya el lunes se había ganado su lugar en el calendario.
Walter elevó el cuello de la campera deportiva que llevaba colocada y dejó fluir más lágrimas. No eran de un tipo derrotado sino despojado: lo que pasó en la semana con la insólita sanción que le aplicó el Tribunal de Ética de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el escandaloso arbitraje de Pablo Echavarría en el partido de vuelta de la semifinal por el segundo ascenso y la sensación de que el destino estaba sellado no hicieron más que alimentar la impotencia en ese batallador.
Ojalá sea la calentura del momento y que el paso de las horas ayude a calmar ese dolor que se tradujo de sus palabras. Está claro que el universo Morón quiere y necesita Otta para rato. Y que el propio entrenador reconoció que la química con la institución no puede ser mejor.
La odisea que vivió la delegación en Madryn
Un video publicado por el sitio Mundo Ascenso Acá muestra al dirigente Gastón Capurro, secretario del club Deportivo Morón, descompensado y asistido por su hijo al término del partido, cuando la Policía seguía reprimiendo en las adyacencias del campo de juego.
En la filmación también se observa al intendente Lucas Ghi, que viajó con su hijo a ver el partido. Y el grito de un allegado, que se pregunta a dónde ir: “mirá dónde nos tiraron. Una vergüenza: estamos todos regalados”. También de fondo se escucha al presidente del ‘Gallo’ Gabriel Mansilla, intentando alejar a la Policía.
En conversación con Primer Plano Online, el jefe de Seguridad de la delegación, Fabián Kaplan, narró las peripecias que enfrentó la delegación del Deportivo Morón ya desde que bajó del avión en la ciudad sureña. No hubo custodia policial en el aeropuerto, no había lugar en el hotel para guardar el micro, tal como se había acordado con el responsable de la seguridad de la institución anfitriona.
No hubo reciprocidad en relación a las garantías que ofreció el ‘Gallo’ en Buenos Aires: la Policía llegó de madrugada, con las disculpas del caso, pero ya era tarde. La llegada al estadio también fue definida como “espantosa”, con un clima de guerra en las cercanías. La delegación visitante no estuvo resguardada por personal policial y la pasó mal durante todo el partido, rodeada de la parcialidad local y superada ampliamente en número.
Con el pitido final hubo invasión de cancha del público de Madryn, y una batalla campal con jugadores del ‘Gallo’, que respondieron a las provocaciones además de la bronca contenida con el arbitraje. Incluso hubo impedimento para que la dirigencia pudiera reencontrarse con jugadores y cuerpo técnico tras el encuentro.
