“Vos no vas a entrar más a una cancha. Tu hijo no va a jugar nunca más”. Ese fue el tenor de los mensajes que recibió en su cuenta de Facebook Marcelo Savazzini, papá de un nene de 9 años que jugaba en las infantiles de la Sociedad de Fomento Iparraguirre, de Ituzaingó, y que denunció diversas situaciones que se suceden en la Asociación de Fútbol del Oeste (AFO), la liga en la que compite la institución y que nuclea a cerca de 90 entidades en la región.
A partir de las irregularidades que detectó, entre las que se encuentran, por ejemplo, árbitros con consumos problemáticos de alcohol y otras sustancias que llegaban a dirigir partidos de nenes de entre 6 y 12 años con efectos psicoactivos, el hombre decidió dar a conocer lo que pasa, con consecuencias no deseadas por cierto. “Publiqué un video en mis redes sociales y, a las dos horas, me llamó el delegado del club para decirme que expulsaron al club de la liga”, reveló.
En una entrevista con Adrián Noriega y Norman Díaz en el programa periodístico Primer Plano por canal Somos, de Flow, Savazzini explicó que decidió exponer lo que sucede porque “la liga se tiene que hacer cargo, sino siempre quedamos señalados padres, entrenadores y delegados”. Y la violencia alrededor del piberío crece: la última vez le tocó en carne propia por festejar un gol de manera pasional en el encuentro contra Marineros. “Nos tuvimos que ir con mi señora y mi hijo por otra puerta porque nos estaban esperando a la salida”, reconoció. Una verdadera locura.
“En esa jornada se siguió jugando como si nada hubiera pasado. Hace dos semanas entre dos clubes terminaron a las piñas e intervino la Policía y no hubo sanciones. Sin embargo, a Iparraguirre hace un mes, en un partido contra el club Belgrano, que está muy cuidado porque ahí se hace la fiesta de fin de año, por un padre que le dijo al árbitro que le estaban gritando a un nene, el referí, como estaba pasado de alcohol a punto tal que me volteó el aliento cuando me acerque a hablar, suspendió la jornada. Y nos sacaron los puntos”, afirmó.
El reconocimiento del presidente de la liga AFO
Savazzini llegó a conversar personalmente con el presidente de la AFO, Fernando Filippini, quien le reconoció que había algunos árbitros con problemas de adicciones. “Nosotros hacemos cursos permanentemente de árbitros, vamos sacando pibes nuevos que van empezando. Esos pibes tienen que tener un proceso de partidos para ir adquiriendo experiencia. Hay muchachos que tienen problemas de adicciones y tenemos que convivir con todo este tipo de cosas”, le blanqueó en la charla.
En medio de estas irregularidades en una liga competitiva, de la que participan cientos de niñas y niños de distintas edades, hay directamente sanciones económicas y deportivas, que pueden terminar en expulsión, para quien las denuncia. “Y AFO nunca se hace cargo. Está mal que un padre grite, que se quiera pelear, o que un técnico se enoje con el otro. Y es el árbitro el que tiene que poner paños fríos, no hacer calentar más a la gente”, insistió Savazzini.
Para cerrar, el papá del nene que ya no asiste más al club de toda su vida, donde están los amigos con los que crece y sus entrenadores formadores de hace años, reflexionó: “si la persona tiene un problema de adicciones, que la puede tener cualquiera, no lo pongas a dirigir a niños de 5, 6 u 8 años con familias alrededor. No lo dejes sin trabajo, pero que dirija futsal, con gente adulta”.
